En Febrero celebramos el Amor en San Valentín, precisamente el amor de pareja. El año pasado dediqué este mes al color rosado, por supuesto, y para no repetirme este año decidí elegir un color diferente. La botella del año que es de dos colores (verde y violeta), nos indica la importancia de integrar éste color. Me pareció apropiado abrir este nuevo año (emocionalmente) con la energía sanadora y restauradora de la frecuencia más rápida del arco-iris.
Yo te propongo celebrar (también) el Amor del espíritu, de la esencia de nuestra propia vida. Acercarte al violeta es darte la posibilidad de cultivar una dulzura profunda que brota de la calma de tu interior y llena tu vida.
A veces llegamos a un nuevo nivel de Amor en nuestras relaciones importantes cuando nos damos la oportunidad de sanar los dolores y las penas más profundas dentro de nosotros, porque nos permitimos profundizar en la calidad de nuestro amor. A veces llegamos a un nuevo nivel de Amor con nosotros mismos cuando nos permitimos ir profundo y ver nuestras jaulas, nuestros procesos inconclusos y cuando nos disponemos a ver nuestra manera de convertir la pena en sabiduría.
El violeta nos permite reponernos de esos momentos dolorosos de la vida, de nuestras emociones más limitantes y de las crisis que nos hacen olvidar el brillo de la vida y el brillo que llevamos adentro.
Recargarnos de nuestra esencia es el regalo más importante de este color, y de hecho es el regalo más marcado del 2017: B20 y B17. La botella 17 (Verde/Violeta) habla del deseo del alma que se expresa como servicio en este planeta, es esa oportunidad de hacer lo que nos llama con el corazón de la manera más refinada, elegante y tranquila posible. Y a veces para brillar con esa elegancia necesitamos sanar. El violeta nos enseña los trucos de la invisibilidad… lo difícil es cuando volvemos invisible a nuestro corazón: ocultamos nuestro yo real detrás de emociones que no sabemos cómo procesar.
La afirmación de la B17 es:
Yo busco y transformo, con la certeza de que encontraré la verdad.
Este es el año del PROCESO, y es un año femenino que nos pide estructurados en la calma de nuestro centro, nuestra esencia para liberar del control nuestro corazón.
A veces queremos sanar YA, porque creemos sinceramente que vamos a estar mejor. Sin embargo, el violeta nos enseña a encontrar el espíritu en nuestra cotidianidad: sanar en cada oportunidad como se va presentando y experimentar que cada avance es un paso completo que nos completa. Sanar lo que necesitamos y ser gentiles con lo que necesita un cambio dentro de nosotros. El verde es el tiempo y el violeta es la transformación… ir profundo puede tomar tiempo y… ¡está bien! Soltar el control sobre nuestro proceso espiritual es abrirnos a la humildad de dejarnos guiar por la más alto guía y compasión del Universo o de lo Divino.
Sanar es volver a completar, poner todo junto en armonía. Hoy puedes experimentar tu COMPLETITUD y saber que aunque sientas que te hace falta “esta vida y la otra” para sanar, para transformar, el progreso del día se siente igual que la meta final: completamente dulce.
La dulzura del propósito incluye el perdón, que restaura, que entrega a lo Divino lo que deseamos interpretar mejor e incluye el milagro de la conexión que tenemos con el Universo.
Y para abrirnos energéticamente a este proceso espiritual por supuesto que te invito a probar el Pomander Violeta. Si vas a hacer trabajo psicológico, de creencias, con PNL, con un coach, con ángeles, o quieres meditar muy profundo para encontrar dentro de ti el maestro sanador y transformador la Quintaesencia St Germain es tu perfecta compañía para ir adentro y hacer un cambio profundo (no como un antes y un después sino como un verdadero renacer).
Aunque en San Valentín muchos de los mensajes parezcan del tipo “tú me completas”, el color Violeta nos recuerda que YA estamos completos y que buscar completar nuestros vacíos con el amor de otra persona es la mejor idea y oportunidad del ego para hacernos sufrir. Esto quiere decir que si estamos en pareja, o si la estamos buscando, es importante recordar que una relación completa es aquella en la que se trascienden las percepciones del ego, es decir, no basamos las relaciones (románticas o cotidianas) en separación, miedo y conflicto sino… en la dulzura del amor. Como dice mi mentora espiritual Gabby Bernstein “Cada relación es una oportunidad para mi crecimiento espiritual.”
Este mes la invitación es a enamorarnos de nuestro espíritu (nuestra energía esencial, la energía con la que experimentamos nuestra vida y la propia vida). Y también a volvernos a enamorar de nuestra práctica espiritual, de ese momento en que buscamos trascendencia y encontramos maneras personales, íntimas e inspiradoras para tomar la vida desde el lado más bonito. Y es que enamorarnos es abrirse a lo más bonito del otro… por eso te propongo que te abras a lo más bonito de la vida espiritual. Y con eso me refiero a nuestra manera de relacionarnos con todo lo que hacemos y en cada situación con la intención de perdonar y aceptar.
Enamórate del tiempo que necesitas para sanar, de la dulzura de no tener que protegerte ni esquivar a nadie, de ese momento en que las cosas cobran sentido y llenan un lugar interior que no tenía paz.
Cuando nuestra vida la dirige el ego tenemos pensamientos locos y hacemos cosas locas, nos protegemos. Cuando nos permitimos vivir la vida con espíritu nuestra intención es paz y amor, es permitir que las correcciones necesarias se presenten para crecer. Violeta es la tranquilidad para desapegarse de lo loco o de nuestro orgullo espiritual y entregarse DE VERDAD a una experiencia espiritual única en el aquí y ahora.
Control es una palabra del color amarillo, igual que el ego. Rendición y perdón son igualmente palabras del violeta. ¿Cómo crees, sientes, imaginas, sabes que integrar más el violeta puede disipar la ansiedad del tener todo bajo el control del ego?
Tu espíritu te provee de descanso y libertad y te da la dulzura del crecimiento interior. Por eso el violeta te ayuda a expandir tu percepción del amor al ofrecerte la práctica de la unidad: ofrecer la misma cantidad de intenciones amorosas a todos los encuentros en la vida. Trascender es ir más allá del ego y abrazar toda la vida o todo lo que tiene vida (Todo).
Y como el violeta nos ayuda a perdonarnos cuando nos hemos comparado con otros, cuando hemos querido abandonar nuestra naturaleza esencial y vivir en otra vida, nos apoya realmente a aceptar que no importa los estándares de otros espíritus pues lo que realmente hace la diferencia es el compromiso con el que vivas tu vida con la mejor calidad que tú mismo o tú misma puedas proveerte, a tu ritmo, en tu proceso, en tu camino de descubrimiento personal. Confiando en ti y tu desarrollo de tus habilidades espirituales, en tu camino… no en el de nadie más.
¿Qué tal volvernos a enamorar de nuestro espíritu este mes? ¿Qué tal reconocer cómo nuestro ser espiritual, nuestra sensibilidad espiritual, nos ha apoyado hasta este momento en nuestra vida?
Que la dulzura de tu espíritu te guíe en los pasos que des este año para que puedas entregarte completamente a la dicha de tu servicio, entregarte a ofrecer el amor que ERES en cada relación y que honres tu proceso y sepas que sólo requieres de VOLUNTAD (palabra amarilla complementaria al violeta) para que APROVECHES los recursos y oportunidades que tienes ahora mismo.
No dejes la dulzura de tu vida para disfrutarla después, ábrete hoy al néctar de tu esencia.
Con mucho violeta,
Laura del Mar A