Coral: la chispa divina de tu amor lleno de sabiduría
A veces nuestro cuerpo tiene una edad, nuestro corazón otra, nuestra mente está en otra época de vida y nuestro espíritu opta por enseñarnos lecciones de vida fuertes para centrarnos de nuevo en nuestro presente real: en poder estar en el aquí y ahora tal y como somos para que nos unifiquemos más allá de las inseguridades, de los traumas emocionales que nos anclaron en el pasado y de los deseos de nuestra mente que nos nublan con su ambición.
Y es en esta inconsistencia que perdemos integridad y nos vemos más propensos a sentirnos lastimados por la vida. Para mí una de las palabras claves de éste color es Integridad. Y lo podemos ver en su base el rojo y el naranja: la energía de la continuidad o de completar.
El color coral nos sintoniza con nuestra sabiduría interior (nuestra consistencia) y con el amor compasivo que nos puede nutrir de verdad. Perdemos partes de nosotros mismos cuando permitimos que patrones tóxicos distorsionen nuestro destino, como por ejemplo esas elecciones que hemos tomado que nos han desviado del camino o esos hábitos que se nos salieron de las manos y modificaron nuestro proyecto de vida. La vibración coral nos ayuda a ser honestos para considerar cómo nuestros hábitos tóxicos han desviado nuestra atención y nos apoya a tomar consciencia sobre nuestra responsabilidad en los giros que ha tomado nuestra vida, no desde el juicio a nuestras “debilidades” sino desde el entendimiento de la verdadera vulnerabilidad.
Cuando nos permitimos observarnos a nosotros mismos recibimos el regalo de ver nuestra luz, y requerimos desarrollar el don de acoger quienes somos inclusive con las partes más difíciles de nosotros mismos que pretendemos esconder porque no nos parecen apropiadas. Es en éste tipo de vulnerabilidad que podemos crecer en consciencia y en amor y felicidad.
Una de las grandes herramientas que nos da éste color es la comprensión de que a veces los regalos de la vida están envueltos de una manera que nos resulta retadora a la hora de desenvolverlos. Así cuando nos armamos de amor propio para ver nuestro verdadero dolor, podemos apropiarnos del regalo esencial de la vida. Esta vibración nos permite despertar de las heridas del abuso, del abandono y del trauma para regalarnos la oportunidad de abrir los ojos a la posibilidad de ser transformados en el amor, en la sabiduría del amor.
A veces nuestra incoherencia o nuestra sensación de estar incompletos o de sentirnos incontrolablemente insaciables, parte de forzar nuestro proceso, de ser selectivos a la hora de desarrollar ciertos talentos y desatender o abandonar otras áreas de nuestra vida. Cuando nos damos la oportunidad de escuchar nuestro peor temor, encontramos la mejor manera de amarnos a nosotros mismos. Y ponernos en ése estado le da el permiso al Universo de amarnos como realmente necesitamos. Podemos parar de ser otra persona. Ahora. Podemos ser nosotros mismos, completos, en el ahora.
Éste color nos puede dar claves de porqué acogernos y sanarnos a nosotros mismos es parte del buen funcionamiento de la Unidad que somos, como planeta, como grupo de personas y como consciencia. Este concepto de sinergia es vital: sin mi función el proceso está roto y justamente eso es lo que sana éste color, el corazón roto que ha causado distorsiones en la línea del tiempo. Cuando no sé quién soy, no sé qué merezco y tampoco sé qué tengo para ofrecer, puedo entonces enfermar de creer que en el otro voy a encontrar lo que no encuentro dentro de mí mismo.
Hay una relación importante entre la integridad y el merecimiento: Nuestro peor temor podría ser no saber cómo amarnos y cómo mantenernos en una sola pieza. Nuestro peor temor puede ser no vernos realmente, sino sólo aprender a ver nuestras caras, cuerpos y logros sin nunca darnos la honestidad de ver esos patrones que definen nuestra vida y que pueden sentirse como situaciones que nos carcomen. Nuestro peor temor es no sentirnos satisfechos porque no sabemos qué necesitamos realmente y creemos que otro puede adivinarlo y darnos lo que necesitamos.
El sistema Aura-Soma® nos inspira a descubrir en el coral “El Nuevo Hombre”, la experiencia de la consciencia Crística en nuestra mente y nuestro cuerpo. Esto es una invitación a vernos sin juzgarnos, sin hacernos un bullying propio en el que nos despedacemos a punta de críticas masoquistas, sino que nos permitamos renacer a un nuevo sentimiento sobre nosotros mismos y reconciliarnos con las partes más difíciles de amar dentro de nosotros. Reconocer el poder de nuestro amor, nos enseña que es tiempo de corregir y de crecer un día a la vez, a la manera femenina, para un día ofrecer un amor que nos desborde y que permita dejarnos salir de nosotros mismos para abrazar y acoger cada vez más personas porque estamos completos y dar no nos quita, no nos sacrifica, no nos compromete.
Cuando amamos nuestros miedos, restauramos nuestro destino… dejamos de ir hacia donde no queremos, para ir donde nos está esperando nuestro potencial. Y para eso necesitamos tener apertura ante las sombras de nuestro ser, porque dentro de nosotros hay un ser que no tiene piel y que necesita ser protegido, un ser con mala actitud con el cual no tenemos la mejor relación ni tampoco el mejor trato. Un Gollum interior que puede tomar las riendas de nuestra atención y llevarnos por el camino doloroso de la co-dependencia.
Nuestro niño interior requiere conexión y a veces se siente abandonado por nosotros mismos, por nuestros cuidadores y por el Universo mismo. Por eso este color nos ayuda a encender la chispa divina dentro de nosotros, para recordar que no sólo somos protegidos sino que somos una parte de la Unidad que protege el funcionamiento de Todo simplemente por cumplir su función. Esta sanación del niño interior nos despierta de esas pesadillas en las que nos metemos a través de nuestras relaciones, e inclusive de las tormentas en la relación que tenemos con nosotros mismos.
Ante la carencia de amor enloquecemos, sacrificamos nuestra integridad y nuestra honradez por saciar un hambre, una necesidad básica, acudiendo a la fuente equivocada y completamente desnudos y heridos. Éste color nos brinda la oportunidad de cubrirnos con nuestra verdadera piel, sin sacrificar nuestra integridad a todo nivel equilibrando nuestro mundo interno con el mundo externo. Cuando nos abrimos al coral nos permitimos empoderar el amor porque lo basamos en la sabiduría de nuestras experiencias de vida y en la sabiduría de nuestra esencia y de nuestra alma. Esto es renacer al Hombre Nuevo, es despertar a la posibilidad de elegir una vida sana al ver la chispa de lo Divino dentro y de saber que somos un reflejo de la Divinidad, y que así cómo es adentro es afuera.
Sólo siendo vulnerables logramos ser espiritualmente fuertes. Cuando crecemos espiritualmente desarrollamos nuestra consciencia y así hacemos un aporte al colectivo para progresar. Sin ser vulnerables no somos humanos, somos seres hacientes y no vivientes o sapientes.
Ser vulnerables no es ser débiles, es tener un grado maduro de apertura para permitirnos recibir del mundo lo que nos pueda aportar y nutrir. Es abrirnos a la belleza de la vulnerabilidad del otro: su don de conectar desde su autenticidad y sabiduría.
Somos vulnerables para conectar desde un lugar que tiene sentido profundo, que nos conmueve, que nos provoca, que nos invita, que nos estimula nuestra capacidad de amar al otro como nos amamos a nosotros mismos. Y sólo nos sentimos en ésta plenitud cuando estamos en integridad y nos sentimos merecedores de la calidad del amor que vibra en nuestra esencia, y sólo podemos recibir ese amor si somos completamente nosotros mismos.
Trabajar con esta longitud de onda nos apoya a presentarnos al amor sin que falte ninguna parte de nosotros, ningún lado, ninguna faceta o ninguna inseguridad.
Este mes te invito a tomar consciencia sobre la importancia de sanar tu conexión con tu destino al permitirte indagar en la psicología de las heridas de tu alma y de tu niño interior para que descubras con tu propia sabiduría cual es la esencia de TU amor. Te invita a ser honesto sobre el apoyo profesional que puedes requerir para identificar tus patrones, tus co-dependencias y para recuperar la confianza de que mereces estar bien y ser completamente amado y conectar en felicidad y equilibrio.
Con empatía,
Laura del Mar A